Un rey de armas tomar
Jaime II de Aragón, (el Justo) fue el segundo hijo de Pedro III de Aragón (el Grande). Su hermano mayor Alfonso III de Aragón (el Liberal) heredó la corona de Aragón a la muerte de Pedro III mientras que Jaime, recibía la corona de Sicilia. Al morir prematuramente Alfonso III, sin hijos, Jaime heredó la corona de Aragón teniendo que renunciar previamente a la corona de Sicilia por un conflicto de intereses con el papado y la francesa Casa de Anjou.A los 24 años (1291) contrajo matrimonio con la hija de Sancho de Castilla y María de Molina, la niña Isabel de 9 años.
Retrato figurado hecho por Filippo Ariosto en el siglo XVI
Según Carles Recio en su Historia sexual del Reino de Valencia:
“Ser desvirgada a tan temprana edad le creó un trauma insuperable, y el rey le tomó tirria, pues cada vez que se la cepillaba se ponía a llorar”
Recio no documenta dicha afirmación (como ninguna de las que hace en toda la obra). Sea como fuere, a los cuatro años de matrimonio, le pidió al papa la nulidad matrimonial alegando que eran primos.
Se casó entonces con Blanca de Anjou, de 12 años de edad, con la que tendría diez hijos, cinco varones y cinco mujeres, la última doña Violante en 1310, muriendo entonces doña Blanca con 27 años, lo que no resulta extraño después de diez partos en tan pocos años.
Aún se casaría Jaime II en dos ocasiones más, pero no llegó a tener descendencia.
Algunos hechos notables de su reinado fueron la ruptura del tratado de Almizra y la invasión del reino de Murcia, llegando en sus correrías hasta Almería, que no consiguió conquistar.
La primera plaza que conquistó en esta invasión fue Alicante, que se le resistió al hacerse fuerte en el castillo su alcaide Nicolás Pérez. Tras la conquista, echó a los perros el cuerpo del valeroso y rebelde alcaide.
Las tierras conquistadas al sur de la delimitación del Tratado de Almizra, pasaron a denominarse la “Governació d’enllâ Xixona” o “Ultra Sexonam”
Jaime II ayudó al Papa Clemente V a acabar con los Templarios, y creó su propia Orden de Caballería, la de Santa María de Montesa, así llamada por tener su sede en la fortaleza de dicha ciudad valenciana.
Además de los diez hijos habidos de doña Blanca, el rey Jaime tuvo tres hijos bastardos de su época siciliana:
“A Jaime II se le conocen dos amantes, las dos de cuando era rey de Sicilia. La primera se llamaba Gerolda, una mujer originaria de Mileto, en Calabria, que el rey conoció en la ciudad de Augusta, en la parte oriental de la isla de Sicilia, en mayo de 1287. De ella tuvo los gemelos Sancho, muerto con un año de edad, y Napoleón, nacidos posiblemente en diciembre del mismo año. La segunda se llamaba Lucrecia, una mujer de Mazzara del Vallo, ciudad situada en el extremo occidental de la isla, de la cual tuvo a Jaime, nacido en 1291. Con Gerolda fue una aventura puntual de una noche, con Lucrecia tal vez fuese un poco más larga, justo antes de volver a la Corona de Aragón. Su posterior comportamiento con los hijos se parece mucho al que tuvo con su medio hermano Meliadús: los reconoció, aun así, los mantuvo lejos de la corte y los utilizó sobre todo como mensajeros/embajadores en sus relaciones con reinos norteafricanos. Después de la muerte del rey, los dos, Napoleón y Jaime, se instalaron en el recién conquistado reino de Cerdeña como piezas secundarias en la defensa de la isla.”
[Cingolani, Stefano. M. En Esp. mediev. 45 2022: 261-286]
A Jaime II, le sucedió su segundo hijo, Alfonso (IV de Aragón) al renunciar al trono el primogénito Jaime, por su carácter irascible, su homosexualidad manifiesta y su mesianismo religioso.
Alicante le rinde homenaje con una estatua que tras varias ubicaciones ha terminado en el foso de la plaza del Dr. Mas Magro. Los revisionistas de la historia tienen aquí un objetivo para descargar sus frustraciones con algún acto vandálico, tipo pintadas cuanto menos, que dicho sea de paso, no le vendría mal al oxidado mamotreto.
PASEO POR EL CASTILLO DE MONTESA
“Ser desvirgada a tan temprana edad le creó un trauma insuperable, y el rey le tomó tirria, pues cada vez que se la cepillaba se ponía a llorar”
Recio no documenta dicha afirmación (como ninguna de las que hace en toda la obra). Sea como fuere, a los cuatro años de matrimonio, le pidió al papa la nulidad matrimonial alegando que eran primos.
Se casó entonces con Blanca de Anjou, de 12 años de edad, con la que tendría diez hijos, cinco varones y cinco mujeres, la última doña Violante en 1310, muriendo entonces doña Blanca con 27 años, lo que no resulta extraño después de diez partos en tan pocos años.
Aún se casaría Jaime II en dos ocasiones más, pero no llegó a tener descendencia.
Algunos hechos notables de su reinado fueron la ruptura del tratado de Almizra y la invasión del reino de Murcia, llegando en sus correrías hasta Almería, que no consiguió conquistar.
La primera plaza que conquistó en esta invasión fue Alicante, que se le resistió al hacerse fuerte en el castillo su alcaide Nicolás Pérez. Tras la conquista, echó a los perros el cuerpo del valeroso y rebelde alcaide.
Las tierras conquistadas al sur de la delimitación del Tratado de Almizra, pasaron a denominarse la “Governació d’enllâ Xixona” o “Ultra Sexonam”
Jaime II ayudó al Papa Clemente V a acabar con los Templarios, y creó su propia Orden de Caballería, la de Santa María de Montesa, así llamada por tener su sede en la fortaleza de dicha ciudad valenciana.
Además de los diez hijos habidos de doña Blanca, el rey Jaime tuvo tres hijos bastardos de su época siciliana:
“A Jaime II se le conocen dos amantes, las dos de cuando era rey de Sicilia. La primera se llamaba Gerolda, una mujer originaria de Mileto, en Calabria, que el rey conoció en la ciudad de Augusta, en la parte oriental de la isla de Sicilia, en mayo de 1287. De ella tuvo los gemelos Sancho, muerto con un año de edad, y Napoleón, nacidos posiblemente en diciembre del mismo año. La segunda se llamaba Lucrecia, una mujer de Mazzara del Vallo, ciudad situada en el extremo occidental de la isla, de la cual tuvo a Jaime, nacido en 1291. Con Gerolda fue una aventura puntual de una noche, con Lucrecia tal vez fuese un poco más larga, justo antes de volver a la Corona de Aragón. Su posterior comportamiento con los hijos se parece mucho al que tuvo con su medio hermano Meliadús: los reconoció, aun así, los mantuvo lejos de la corte y los utilizó sobre todo como mensajeros/embajadores en sus relaciones con reinos norteafricanos. Después de la muerte del rey, los dos, Napoleón y Jaime, se instalaron en el recién conquistado reino de Cerdeña como piezas secundarias en la defensa de la isla.”
[Cingolani, Stefano. M. En Esp. mediev. 45 2022: 261-286]
A Jaime II, le sucedió su segundo hijo, Alfonso (IV de Aragón) al renunciar al trono el primogénito Jaime, por su carácter irascible, su homosexualidad manifiesta y su mesianismo religioso.
Alicante le rinde homenaje con una estatua que tras varias ubicaciones ha terminado en el foso de la plaza del Dr. Mas Magro. Los revisionistas de la historia tienen aquí un objetivo para descargar sus frustraciones con algún acto vandálico, tipo pintadas cuanto menos, que dicho sea de paso, no le vendría mal al oxidado mamotreto.
PASEO POR EL CASTILLO DE MONTESA
0 Comentarios