NODO DE INCONGRUENCIAS

La Plaza del Dr. Más Magro

A la confluencia de las calles Vázquez de Mella, Valero Bermejo, Canónigo Manuel Penalva y Doña Violante le pusieron el nombre de Plaza y la dedicaron al hematólogo Dr. Más Magro. Las calles están citadas en sentido horario. A la calle Valero Bermejo, falangista, le cambiaron el nombre por el de Celia Valls, de la UGT.
Este cruce fue siempre eso, un cruce; en sus inicios un descampado que cuando aumentó el tráfico de vehículos, lo convirtieron en rotonda y así sigue.
Vista aérea de la Plaza del Dr. Más Magro
Cuando se construyó el TRAM, la rotonda devino en pozo que se utiliza como boca de acceso al tranvía.

Mientras fue rotonda se instaló una estatua del rey Jaime II, soberbio en su pedestal, que fue luego condenado al foso de las comunicaciones, del que, desde entonces, asoma tímidamente.
La Plaza del Dr. Más Magro a nivel de calle

La Plaza del Dr. Más Magro vista desde otro ángulo

He aquí las contradicciones:

 1 El espacio no es una plaza, es una rotonda con un pozo.

 2 Está dedicado a un médico y tiene una escultura de un rey medieval.

 3 No es un espacio de homenajes sino de ultrajes a la memoria de los personajes a los que se pretendía honrar.

Tengo algunas propuestas para nuestros munícipes que no se si les llegarán porque de momento ni la familia lee mis artículos.
Si se quiere seguir llamando plaza a este lugar, el único nombre que se me ocurre para que la denominación se ajuste linguísticamente al significado del término, sería el de Plaza del Pozo de la Nieve o si se prefiere: Plaça del Pouet de la Neu; se rendiría así un homenaje a este tipo de construcciones tan abundantes en nuestra montaña. Habría que adaptar el espacio a tal denominación, las paredes ya son de piedra. La cubierta se podría hacer con nervaduras como las que sujetaban la cúpula de este tipo de construcciones. En las paredes se podrían colocar paneles informativos sobre el uso tradicional de este tipo de estructuras.

                                  Nervaduras de la cúpula de un pozo de nieve

Al Dr. Más Magro habría que dedicarle una plaza “de verdad”, para que el cambio no sea un desahucio.

Igual habría que hacer con la estatua de Jaime II, colocarla en un espacio donde luzca en todo su oxidado esplendor, que ahora sí, podría ser una rotonda.
Sugiero el espacio entre las calles Peligros y de la Esperanza, presidiendo la avenida de su nombre.
                                     Avenida de Jaime II y el posible emplazamiento

         

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