Comiendo hierbas silvestres
En Murcia a las ensaladas hechas con hierbas silvestres les llaman ensalada buscá, porque hay que buscarlas en los bancales en barbecho, en los terraplenes, en las motas y en los bordes de los caminos.
Son muchas las matas que
tenemos a nuestra disposición que son comestibles y que nos pueden proporcionar
una experiencia gastronómica diferente a lo que tenemos por costumbre cuando
nos limitamos a consumir las verduras a la venta en supermercados, fruterías
y mercadillos.
Cada época del año tiene sus yerbas comestibles y si aprendemos a identificarlas, en nuestros paseos por el campo podemos recogerlas (nunca acaparando) para prepararnos ese día un plato diferente.
Sin pretender ser exahustivo, algunas de estas matas comestibles son:
NOMBRE COMÚN
Acelga silvestre
Achicoria dulce
Albahaca
Amapola
Apio caballar
Bledo
Borraja
Cardo mariano
Colleja
Diente de león
Espárrago triguero
Hinojo
Lechuga salvaje
Lechuguilla dulce
Llantén mayor
Menta
Oruga silvestre
Ortiga
Rúcula silvestre
Verdolaga
NOMBRE CIENTÍFICO
Beta vulgaris
Chondrilla junquea
Ocimum
tenuiflorum
Papaver
rhoeas
Smyrnium
Olusatrum
Amarantus
blitum
Borago
officinalis
Silybum
marianum
Sonchus
oleraceus
Silene
vulgaris
Taraxacum
officinale
Asparagus
acutifolius
Foeniculum
vulgare
Lactuca
virosa
Reichardia
picroides
Plantago
major
Mentha
spicata
Diplotaxis
erucoides
Urtica
dioica
Eruca vesicaria
Portulaca oleracea
El
nombre común de las hierbas de nuestros campos tiene variaciones regionales,
comarcales e incluso locales, en algunas ocasiones son nombres parecidos y en
otras son nombres completamente diferentes. En general las de la relación
precedente coinciden en toda la península ibérica pero para evitar posibles
confusiones he puesto el nombre científico.
Cuando se habla de plantas comestibles y medicinales se citan muchas de sus supuestas propiedades beneficiosas para nuestro organismo. Muchas de estas cualidades fueron atribuídas empíricamente y fueron recogidas en los primeros tratados botánicos. Después se produjo una transmisión de este conocimiento que no hizo sino mantener y en algunos casos ampliar, estas supuestas cualidades.
En
general no están demostradas estas propiedades y en el mejor de los casos hay
estudios sobre la composición química de los extractos de algunas hierbas. La
presencia de una determinada sustancia en uno de estos extractos no garantiza
que produzca el efecto deseado en nuestro organismo, pues para que eso ocurra
la sustancia de que se trate ha de estar a una determinada concentración y ser
tomada en dosis repetidas a los intervalos convenientes; técnicamente: hay que
conocer su farmacodinamia. Del conocimiento de la farmacodinamia de los
principios activos vegetales es de donde proviene la industria farmacéutica
actual.
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