Doctor tengo visiones
Hay un
fenómeno perceptivo consistente en reconocer entidades que no existen en la
realidad como respuesta a estímulos externos aleatorios.
El
fenómeno más frecuente es el de reconocer rostros. Se da cuando observamos
nubes, manchas en la pared, montañas, etc. Se le llama pareidolia de rostro.
Hay otros tipos de pareidolia.
La
etimología del término proviene del prefijo “para” (al lado de) y “eidolon”
(imagen, fantasma).
El ojo
y la visión son el complejo biológico más evolucionado y tiene un gran valor
adaptativo. Nos ha ayudado (y nos ayuda) a reconocer el estado de ánimo de
nuestros semejantes y de otros animales con la simple observación del rostro.
Como
primates nos permite saber el grado de agresividad de un enemigo. La
interprertación del estado de ánimo es una de las habilidades de un buen tahúr.
El test
de Rorschach aprovecha el fenómeno de la pareidolia para hacer
psicodiagnósticos.
No está dormido, pero se asemeja |
El monte Ponoch |
La sonda Viking 1 enviada para la exploración de Marte envió en 1975 imágenes de la región marciana de Cydonia con una montaña con forma de rostro humano o humanoide que hasta hoy sigue dando pie a todo tipo de especulaciones. La sonda europea Mars Express, tomó en 2003 imágenes de esa misma montaña pero con una resolución 18 veces mayor, viéndose que realmente era una montaña.
Viking 1 | Mars Espress |
Otro ejemplo de pareidolia son las constelaciones estelares. Todas las civilizaciones han formado figuras con la dispocición de las estrellas, aunque aquí se da también el que esas agrupaciones sean una regla mnemotécnica que permite hacer un mapa estelar más fácilmente recordable.
Pero si
hay un mundo en el que la pareidolia ha entrado en tromba es el de los emojis y
los emoticonos. En el primer caso una simple combinación de caracteres tipográficos
nos muestran un estado de ánimo y en el segundo un círculo y unos trazos los
interpretamos como un expresivo rostro.
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