EL CRIMEN DE ELDA

Una historia macabra y triste

Hace casi medio siglo se cometió un parricidio en una partida rural de Elda en una casa situada en la ladera suroriental del monte Bolón, a media altura de su falda.

En 1969 contraían matrimonio Adelina Mira-Perceval Martí, de 31 años, y Francisco Beltrán Martí, de 54 años. Él era funcionario jubilado del Cuerpo Superior de Policía y ejercía como abogado en Alicante. Aunque disponían de varias casas, mandó construir una en el monte Bolón, apartada de todo por su ubicación lo que denotaba ya un probable trastorno delirante de tipo celotípico.

Mapa topográfico

Mapa satelital
Mapas topográfico y satelital con la ubicación de la casa

Las discusiones de la pareja eran contínuas por lo que cinco años después del matrimonio decidieron adoptar una niña de una casa cuna de Lugo, donde al parecer Francisco Beltrán tenía algún conocido que les facilitó el proceso de adopción, la niña se llamaba Rosa María y tení dos años y medio..

La presencia de la hija no mejoró la relación y las peleas eran frecuentes. Cuando Rosa María tenía cinco años y tras una discusión, Francisco cogió su pistola y le disparó a Adelina matándola delante de la pequeña.

En la prensa de la época se describen varias situaciones: que si fue con una escopeta o con una pistola, que tenía dos impactos de bala en la cabeza, que le disparó dentro de la casa y ltiró el cadáver a un pozo que utilizaban de vertedero y que luego trasladó el cadáver al lugar donde finalmente lo enterró o bien que la mató fuera de la casa y trasladó el cadáver a un barranco que hay en el lateral este a 50 metros y lo tapó con piedras, que fue como lo encontraron. Como al parecer el perro olisqueaba y gemía cerca del cadáver, lo mató también y lo dejo al lado de la tumba.

En el juicio los forenses declararon que en los huesos no había impactos de bala por lo que los disparos sólo afectaron a partes blandas, probablemente en el abdomen, ya que es prácticamente imposible que un proyectil penetre en el tórax sin impactar en las costillas.

En los años que siguieron al crimen, a la niña la internó en diversas instituciones para niños con problemas, en Teruel y en Guadalajara. Cuando la hija tenía 10 años, la encerró en una habitación, cosa que al parecer hacía con frecuencia, dejándole pan, agua, leche y un orinal pero Rosa María se hartó, rompió la puerta y se escapó llegando en autostop a Alicante dirigiéndose a la casa de la familia materna, donde contó lo sucedido desde el crimen hasta ese momento. La familia con la niña se dirigieron a comisaría para denunciarlo; era el 14 de julio de 1982.

Al día siguiente la policía acudió al lugar de los hechos comprobando la veracidad del relato de la niña.

Exterior de la casa
Exterior de la casa
Interior de la casa
Interior vandalizado
La casa vista ladera arriba
Vista de la casa ladera arriba
La casa vista desde el polígono Campo Alto
La casa en la distancia
El 16 de julio Beltrán era detenido en Albacete.

El juicio comenzó en la Audiencia Provincial de Alicante el 8 de marzo de 1984. La estrategia de la defensa, ejercida por el letrado José Miguel Perales, consistió en declarar a la niña discapacitada y en que no había impactos de proyectil en los huesos encontrados.

Después de tres sesiones seguidas por mucho público, el 21 de marzo se dictó sentencia, condenando a Beltrán a 21 años de cárcel e indemnizar a la hija con seis millones de pesetas, por el asesinato de Adelina, tres meses de cárcel por simulación de delito (por la denuncia de la desaparición) y a otros tres meses de cárcel por enterramiento ilegal y treintamil pesetas de multa.

Beltrán ingresó en la prisión de Foncalent donde murió en 1992.

La niña quedó bajo la tutela de su tía Mercedes Mira que la internó en varios colegios, siendo el último el Colegio de Huérfanos de la Policía en Madrid (hoy una Fundación).


Desde 1991 Rosa María vive con un tío biológico, el único que quiso hacerse cargo de ella, en un pueblo de Lugo que no desvelo.

Villa Adelina, que así se llama la casa donde ocurrieron los hechos ha sido desde entonces lugar de peregrinación de personas y agrupaciones dedicadas al estudio de lo paranormal.


Con ocasión de cumplirse los cuarenta años del crimen, el programa Cuarto Milenio, en su edición del 12 de marzo de 2017 le dedicó unos minutos. El vídeo con sólo la parte correspondiente a Villa Adelina, está accesible en


En noviembre de ese mismo año, el semanario Valle de Elda, entrevistó a Rosa

              

Causa asombro ver la bondad de Rosa y la entereza con la que ha llevado esta vida. Visitó a su padre en prisión en varias ocasiones y siempre ha sentido un amor especial por su madre Adelina. En 2017 se tatuó el nombre de su madre en la cara interna del antebrazo derecho.


En 1995 se estrenó la película “Una casa en las afueras” basada en este suceso.




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