Lo més sagrat d’un poble
Los pueblos, como sociedades, tienen costumbres, creencias y tradiciones que están tan interiorizadas por sus habitantes que cualquier alusión a las mismas en términos que no sean de alabanza son consideradas como una ofensa. Nada más lejos de mi intención molestar a nadie con mis comentarios.
El progreso es una revisión crítica de nuestra acttitud ante la vida para, manteniendo nuestro acervo, mejorarlo.
En Alicante tenemos cuatro televisiones locales y la del imperio A Punt, dando igual por cuál de ellas sigas la fiesta porque todo gira alrededor del propio ombligo identitario y diferenciador: epítetos laudatorios repetidos sin ningún pudor año tras año.
Mismas preguntas, idénticas respuestas. Sólo cambian las personas de la fiesta.
Se me ocurren algunas reflexiones sin entrar en el tema lingüístico (Tots a una veu…quina veu?).
Ahora que tanto recurso y discurso se dedica a la igualdad y a la paridad ¿porqué sólo hay bellezas y damas y no tenemos dandis y adláteres o como se les quiera denominar, sin que sean estos puestos exclusivos de un determinado sexo?
Y si hablamos de diversidad, ¿por qué no drags queens o todo el espectro del abecedario que tanto se reivindica precisamente en estos días?
La delimitación de espacios en monumentos fogueriles y barracas se hace con vallas de obra que serán prácticas pero inestéticas tirando a feo. ¿Por qué no utilizar celosías o entramados de madera o incluso de materiales plásticos? (Vade retro… ha dicho plástico).
Nunca entendí (o sí) porqué las barracas utilizan equipos de música propios de grandes recintos que emiten decibelios sin límite haciendo desagradable la audición de sus repertorios. ¿No podrían distribuirse unos altavoces a lo largo de los espacios acotados que permitiera a los vecinos que no participan de la fiesta disfrutar también de la música?
La Revista Oficial de las Hogueras es cara ¿qué difusión tiene aparte de los ejemplares que se regalan?
A nuestro ínclito alcalde se le fue la mano
echando ceros: un millón de visitantes diarios durante las hogueras. Está claro
que no se ha leído a Walter Krämer. Para superar el próximo año este número de
visitantes necesitaremos unos cientos de miles más ¿cabremos todos en la
ciudad? Puestos a inventar, un cero menos habría sido más prudente. Las prensa acrítica reprodujo
sus palabras.
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