...geológica
En Alicante vivimos sobre una grieta de la corteza terrestre que ha condicionado nuestro entorno geográfico. Expondré unos conceptos que ayudarán a enterder lo que escribo sobre la “falla alicantina”.
El planeta
Tierra es una inmensa esfera de 12.700 km de diámetro. Su parte más interna, el
núcleo, está a una temperatura de 6.770 ºC que va disminuyendo a medida que nos
alejamos del mismo. Esa alevada temperatura hace que los materiales que lo
componen estén fundidos y a medida que nos alejamos del centro, la temperatura
disminuye y la fluidez de los materiales también. La capa más externa que
todavía tiene plasticidad por efecto de la temperatura, es la Astenosfera
y sobre ella está la Litosfera que tiene un espesor de
unos 100 km y es sólida y se distinguen en ella dos partes (de abajo a arriba):
el llamado manto superior y la corteza terrestre. Si lo comparamos con la piel
de una naranja, la parte blanca de la misma sería el manto superior y “lo
amarillo” la corteza que es donde habitamos.
En
general cuando se habla de la corteza terrestre, se hace referencia a la
litosfera.
Esta costra rígida que es la corteza terrestre está resquebrajada y por tanto dividida en cachos a los que se denomina placas tectónicas. Hay catorce grandes placas tectónicas y medio centenar de otras placas menores.
Como
las placas tectónicas “flotan” sobre la astenosfera que es fluida, tienen
cierto movimiento y este movimiento ha condicionado el relieve terrestre
(orografía). Cuando se formó la Tierra hace 4.500 millones de años la corteza debía ser prácticamente lisa,
formándose el relieve actual a lo largo de la historia geológica por el
movimiento de las placas.
Para el
caso que nos ocupa, el de Alicante, hemos de saber que la placa euroasiática y
la placa africana sufren un proceso de acercamiento y que durante el mismo los
frentes de dichas placas se han ido “arrugando” dando origen a la cordillera
del Atlas en el norte de África y a la cordillera Bética en el sur de la
península ibérica. Recordad que los sitemas montañosos de Alicante forman parte
del Sistema Bético. Este dinamismo de las placas sigue actualmente y se calcula
que las costas mediterráneas del sur de España y las del norte de África se
aproximan a una velocidad de entre 3 y 5 mm por año.
Las
grietas de las fallas no son un corte limpio, tienen superficies irregulares y
generalmente están rellenas con materiales menudos a modo de limaduras como
resultado del roce de las superficies. Alguna falla presenta tramos libres de
estos cascotes y pueden ser explorados con técnicas de espeleología. En otro
artículo contaré una batallita al respecto.
En el Sistema
Bético hay numerosas fallas. El Instituo Geológico y Minero de España tiene amplia
información sobre las mismas.
En el
mapa anterior vemos las fallas que existen en nuestro entorno y se puede ver
cómo una de ellas cruza la ciudad de Alicante en dirección suroeste a nordeste,
es la denominada Falla de Crevillente,
porque es en la Sierra de Crevillente donde mejor puede apreciarse.
A la
altura de la ciudad, se desprendió un “gajo” de una de las paredes de la falla
que al ser comprimido por el movimiento de las placas está siendo expulsado verticalmente (como
cuando se aprieta un grano) y forma los macizos del monte Benacantil y la sierra
Grossa.
Cuando
se realizaron las obras en la Sangueta para el trazado del tranvía, quedó al
descubierto una sección de la fisura de la falla al norte de este gajo, que está rellena de material de erosión.
1 Comentarios
Muy interesante e instructivo a la vez.
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