YO LA TENGO MÁS LARGA
En los años cincuenta del pasado siglo, el director de la destilería Guinnes, un tal Sir Hugh Beaver, en un día de caza sacó a conversación el tema de qué ave es la más rápida. Ninguno de sus compañeros sabía la respuesta.
Unos
años después, en 1954, recordando aquella incógnita encargó a los hermanos
McWhirter la redacción de un libro que recogiera este tipo de datos. Se creaba
la empresa Guinness Superlatives para promocionar la cerveza a través del
libro.
El primer libro “The Guinness Book of Records” se publicó el 27 de agosto de 1955 y en la
Navidad de ese año fue el libro más vendido del Reino Unido.
Guinness World Records es en la actualidad y desde su
fundación una de las empresas más rentables.. Su éxito se basa en la
explotación de la vanidad humana y también de la estupidez, ya que la simple
inscripción para que te reconozcan un récord cuesta un dineral y el desarrollo
de todo el proceso conlleva un gasto considerable.
Los gastos de estas inscripciones para que Guinness Worl
Record haga su negocio corren generalmente a cargo de organismos públicos que disparando
con pólvora del rey no tienen ningún miramiento en las cantidades.
En las Navidades últimas el alcalde de Alicante ha tenido la
ocurrencia de presentarse al concurso de “Y yo más” por el módico precio de
14.900 euros. Aunque en el contrato con la empresa de los records hay una
cláusula que impide divulgar los precios, se sabe que esta es una de las
modalidades de inscripción. Hay que sumarle los gastos de desplazmiento del
juez que certifica los datos y seguro que alguna “póliza” más para cumplimentar
la documentación.
El artista fallero “Pachi” ha cobrado por su trabajo 123.000
euros. Luego se quejan de que un humorista televisivo hizo un chiste sobre
pegarle fuego al belén.
La figura de San José, que es la más alta, mide 18 metros y
ya con el certificado en la mano, nuestro alcalde puede presumir de que él “las
tiene más larga”. Ahora, pasadas las fiestas, no saben dónde guardar los
ninots.
0 Comentarios