Villena le dedica un terraplén a uno de sus ciudadanos ilustres
Tomás Giner Galbis, nació en Alcoy el 20 de noviembre de 1869. Su padre, Tomás Giner Monllor, era farmacéutico. Fue el mayor de ocho hermanos de los que seis fallecieron. Su madre falleció cuando él tenía 11 años.
El padre, tras fallecer la esposa, se trasladó a vivir a Villena, pues tenía vínculos familiares allí y algunas tierras y bienes heredados de su difunta esposa. En Villena, en el número 8 de la calle Mayor, abrió una farmacia. Era octubre de 1882.
Tras licenciarse en Farmacia en la Universidad de Barcelona (1980) ayudó a su padre en la gestión de la botica, encargándose completamente de ella a la muerte de su padre (1908).
Durante unos años se dedicó por afición a la astronomía, ocupando un lugar destacado en este mundillo, dejándolo al fallecer sus dos hijas.
Participó activamente en la vida ciudadana de Villena, con artículos en los medios de comunicación y con una labor social desarrollada a través de la farmacia. A pesar de ello durante la Guerra Civil fue detenido el 2 de octubre de 1936 y sus bienes expropiados por pertenecer a Derecha Regional Valenciana, partido al que se había afiliado poco antes del comienzo de la guerra. Después de estar un mes retenido en Villena, fue trasladado al Reformatorio de Adultos de Alicante y liberado el 16 de enero de 1939. Formó parte de la Hermandad de Cautivos por España organismo dependiente de Falange Española Tradicionalista y de las JONS.
Bandera de Derecha Regional Valenciana
Portada del carnet de la Hermanad de Cautivos por España
Falleció en 1954, un año después de su esposa Lola Vitoria Tarruella.
En su día el Ayuntamiento de Villena decidió rendir un homenaje a su ilustre paisano y dedicarle una calle y quizá por su pasado político y sus consecuencias, vete a saber, la calle elgida fue en un polígono industrial con un par de naves a un lado y en el otro el terraplén de la autovía A-31 en el sentido de Madrid a Alicante.
Con la actual legislación sobre tergiversación e imposición de la memoria es posible que haya que retirarle el supuesto honor (siempre habrá algún resentido que lo denuncie). Creo que la figura de este personaje se merece una calle mejor situada y la calle-terraplén actual denominarla con algún toponímico que es lo que habitualmente se hace en los polígonos industriales.
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